Alarma climática: las heladas cuestan 6.000 millones a la agricultura
El cambio climático es mucho más que una noticia o una tendencia en las redes sociales: es la vida cotidiana, real y concreta, con la que los agricultores y los empresarios agrícolas se enfrentan cada día. Así como son concretos los daños, mensurables en millones de euros.
Debido a los cambios incontrolables de las temperaturas, con elevaciones repentinas seguidas de caídas bruscas, el despertar vegetativo de los melocotoneros, cerezos, albaricoqueros, almendros y avellanos se produjo de antemano. Ahora, los capullos y las flores corren el riesgo de ser quemados por las heladas debido a la brusca caída de las temperaturas llegata repentinamente después de semanas de medias excepcionalmente altas. Y si los cultivos de primavera corren el riesgo de sufrir daños permanentes, la situación no es mejor para los cultivos de invierno que deberían soportar los efectos del frío. Debido a las grandes heladas, agravadas por los vientos árticos, los repollos, las endibias, las coles y el brócoli también sufren los daños de las heladas. Estos cultivos, que también soportan temperaturas de algunos grados bajo cero, tienen que lidiar con caídas de temperatura aún más extremas y heladas aún más violentas.
Coldiretti lanza la alarma: el clima loco ya ha costado al sector agrícola 6000 millones en daños. Y si los invernaderos se vuelven insostenibles debido al aumento de los costos de energía, las torres antihelada – incluso con fórmulas de energía híbridas o con motores compartidos – son una buena solución para frenar los daños de las heladas en sus campos y proteger así los cultivos y el trabajo agrícola.